viernes, 27 de septiembre de 2019

EROS 3



EROS 2



EROS I





INTERROGATORIO

(En México, cada año se incrementa el número de feminicidios)

Dónde hemos encontrado esos cuerpos?
en la cocina, sobre las baldosas,
en el umbral de una puerta,
afuera del neón urbano
donde perros mastican una ciudad de ratas,
o en un bar, un motel, un racimo de flores,
una playa extinguida, un beso ensangrentado
sobre la cama húmeda de amores,
en el cementerio de cactus,
bajo los escombros de viejos edificios,
entre los desechos de una fábrica,
por los alrededores del Castillo infranqueable,
en el fondo del caño donde repta el tiempo
su prohibido lenguaje,
abriendo las hoquedades invisibles
de nuestra conciencia putrefacta

Cuerpos que desmembrados se aglutinan
en los patios traseros de la urbe,
en los carteles luminosos del Imperio,
en el rugido de la muchedumbre,
en los botes de basura y lodo,
en los artefactos patriarcales
en los pasillos de este manicomio
donde el cogito loco dsahuciado se ríe de su propio ergo

  
Cómo hemos de hallar estos cuerpos?
Desnudos, bajo la cicatriz del cielo,
cuando en la periferia de la modernidad se construyó el ultraje,
brotando del dolor, como hormigas disecadas,
enterrados al filo del  nocturno espinazo,
deshaciéndose por entre los desagües del miedo
floreciendo en campos surcados de ignominia,
con el nombre invisible en sus rostros marcados de silencio
exprimida la rabia en su grito inaudible,
carcomidos por plagas que cosechan minúsculos gusanos
como macabras risas,
degollados al filo del deseo,
con el pezón abierto
amamantando el día del juicio final.

Cuando fueron encontrados los cuerpos?
La mañana del día siguiente  a la barbarie
En la noche que mutiló a la madrugada
Hace un número incontable de agonías
Cualquier domingo gélido, intocable, inmóvil,
cuando el apocalipsis fue una broma

Quien es el Homicida?
El signo de la historia colectiva
El moderno robot que desuella la mente de los hombres,
la sombra del primer Adán civilizado,
el amante que lleva entre sus dientes el veneno amoroso
y el cuchillo escondido entre las sábanas donde yacen los sueños.
la política muda de los títeres fingiendo ser humanos

De quiénes son los cuerpos?
Y qué nombre llevaba cada muslo?
Cómo se habría de nombrar la boca?
Cómo se apellidan esos ojos inertes?
Qué letras fragmentadas reconstruyen la piel de aquellas manos?
Cómo entender el rictus de dolor donde se ahoga?
Cómo explicar un hueso, una tibia, una cresta ilíaca, un montón de cabellos en el cieno,
una placa de números pegada en ese bulto informe?

Quién hace las preguntas? Quién responde?
Solamente aúllan los fantasmas, los valles calcinados,
los desiertos oscuros,
el murmullo apagado de las cruces rotas
y pájaros deshechos por la lluvia.
Asesinadas Maat, Isis y Temis,
ya los restos de la balanza son cenizas
y los cuerpos revelan lo que ocultan
en los vestidos rotos de la vida,
en el bosquejo inacabado de las niñas,
en las hermanas que ayer nos abrazaron,
en las hijas y amigas que nos duelen,
en el corazón deshecho de las madres,
en los rostros amarillos de las fotos sin tiempo,
en las manos alzadas reclamando justicia,
en la canción de aquellas que jamás volverán… 
MI CORAZÓN ES UN POZO DE CADÁVERES



viernes, 6 de septiembre de 2019



Danzaremos entre cocos, riberas, lentejuelas marinas
El aire con sus cuerdas de guitarra borda los pentagramas de sus pájaros
Flotando en las mareas de barcos impacientes
Caracoles de arena juguetean húmedos de gaviota entre mis pechos
Soy mujer del Caribe
Y en mis entrañas
La explosión de mis pájaros de fuego
Sopla sus carnavales de tambores y música
Desbordando en mil dedos la pasión de sus peces
Y lagartos dorados  alborotan vendavales de agua entre mis muslos
Un gentío de nácar y de valvas como vulvas rosadas en la playa
Desparraman el sargazo de sus cantos en mi cabello verde
Lunas de óleo sangre en sus pinceles
Las dunas de mi piel se van bronceando
Bajo los besos de mi amante el sol



DANZA ORIENTAL



Soy la mujer que ama los territorios prohibidos de tu selva
Soy la mujer de agua y fuego encendida en tu árbol
Desnuda como dríada me posee tu roble
oculta entre tus ramas me alimenta tu voz
Reptando en los jardines de tus profundos bosques
entregaré  mis muslos al abeto robusto de tu cuerpo
Ninfa herida de muerte con la ternura de tu espada  
Fluiré de placer entre el suave musgo de tu pecho nevado
entre los dos fuertes olivos de tus brazos
que hacen temblar la piel de mis insectos
Tú, dios que fecunda mi ciruelo
exhala el vino blanco de tu aliento sobre la fauna salvaje de mis ríos
yo te daré mi corazón marino
tú, la eternidad de los crepúsculos  
y  tus semillas inundarán mi cauce hasta explotar la luz de mis orgasmos
cuando sobre mi agonía más intensa te levantes triunfante y bendecido
como un alce gimiendo de placer sobre mi templo
Hombre que me amaneces desnudo en mis entrañas
déjame beber la savia dulce de tu caña amorosa
déjame arder con el aroma de tu sal en mi lengua
seré la hembra inmersa en la humedad lasciva de tus bordes
Lobo estepario que penetra la voz de mis poemas
Vacíame  de soledad
Lléname con tus deseos
y pletóricos ambos de universo
crearemos nuestro ígneo lenguaje
con toda la innombrable obscenidad del cosmos
Tú amarás la humedad de mis cavernas
yo amaré la dulzura de tu esperma
Al final de este viaje me dormiré de amor en tus raíces
mientras tú te acurrucas como un niño en las cálidas costas de mi sueño

ELVIA DEL PILAR  BENÍTEZ

MAR-TIEMPO